Una réplica de un barco que se hundió al salir de Cuba con su cargamento de plata acuñada, equivalente a 400 millones de dólares actuales. Al lado su capitán que logró sobrevivir. Ahora está retirado y vive en Santa Cruz. Se cree que él se quedó con parte del tesoro. Por extraño sortilegio, su pelo quedó completamente "plateado".
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